/ DBT-C, Español, Supersensitivo / Por Francheska Perepletchikova / Traducción: Fréderic Larbanois
Los padres a menudo se quejan de que sus hijos intentan constantemente involucrarlos en conflictos, esperando que los padres tomen partido de un lado o castiguen al lado opuesto.
Si los padres se involucran, esto puede llevar a los siguientes problemas:
1. El refuerzo del comportamiento negativo con atención adicional por parte de los padres.
2. Una nueva escalada del conflicto
3. Un fracaso de la enseñanza a los niños que es lo que deberían de hacer en casos semejantes
Para ayudar a los niños a resolver eficazmente conflictos con hermanos, amigos, compañeros, adultos, etc., los padres tendrán que satisfacer las siguientes condiciones:
(a) la reacción debe ocurrirse antes de que estalle la situación problemática
(b) los niños deben permanecer en un estado emocional neutral o positivo
Los niños también deben entender claramente lo siguiente:
1. Una relación problemática entre dos personas no puede ser resuelta por la intervención de un tercero.
2. Los padres son capaces de enseñar a sus hijos qué hacer para mejorar esas relaciones problemáticas.
3. Los padres van a ignorar los intentos de los niños por manipular a sus padres e involucrarlos en los conflictos en calidad de un aliado de una u otra parte del conflicto.
Un resumen de la orientación
1. Una relación problemática entre dos personas no puede ser resuelta por haber involucrado un tercero.
2. No podemos controlar a otras personas, el transcurso de la vida y/o las circunstancias. Sólo podemos influenciar directamente a nosotros mismos (lo que hacemos, sentimos, pensamos y nuestra parte biológica).
3. Los padres no pueden controlar a sus hijos.
4. Los padres no pueden arreglar relaciones entre hermanos (o con cualquier otra persona) a menos que sean parte de la relación/conflicto.
5. Una relación problemática entre dos personas sólo puede ser cambiada por las partes involucradas en esta relación.
6. Nuestra capacidad para iniciar y mantener cualquier relación sana se basa en nuestra capacidad de DAR algo a otra persona.
7. Nuestra capacidad de dar a los demás se basa, en su turno, en nuestra capacidad de entregar algo a sí mismo.
8. Para cambiar cualquier relación problemática, deberíamos comenzar por nosotros mismos, contestando a la pregunta: “¿qué podría hacer de manera diferente en mi relación con otra persona, para que esta persona comience a tratarme de una manera diferente?”
Los padres pueden enseñar a sus hijos qué hacer para mejorar las relaciones de la siguiente manera:
1. Para ser eficaces, debemos mantener un equilibrio dialéctico – ignorar lo negativo. Es decir, ignorar interacciones negativas y al mismo tiempo introducir interacciones positivas.
2. Ignorar el comportamiento negativo de otra persona es lo más cariñoso que podemos hacer por ella en el momento. Lo que a la vez hará que este comportamiento negativo suceda con menos probabilidad en el futuro.
3. Necesitamos hacer por otra persona lo que nos gustaría que esa persona hiciera para nosotros. Por ejemplo, esto incluirá tales asuntos como aliento, elogia o una propuesta de jugar un juego de elección por esa persona o permitiéndole elegir una película para ver juntas, ofreciéndole una pieza más grande de pizza, etc.
4. Nuestra capacidad de DAR continuamente a otra persona se basa principalmente en nuestra capacidad de otorgarse a sí mismo primero.
5. Es necesario “hornear tu propio pan” todos los días. Es decir, practicar el auto fortalecimiento, la autovalidación, la autocompasión, el autocontrol, el amor propio, la auto reestructuración cognitiva.
6. Practica y habla sobre “hornear pan” con tus padres todos los días.
7. Discute con los padres (si es necesario) y practica a otorgar a otra persona.
¡Los padres deben ignorar los intentos por sus hijos de involucrar a los padres en los conflictos!
1. Los padres se mostrarán la más cariñosa actitud si ignoran el conflicto entre hermanos, porque esta actitud elimina el refuerzo del comportamiento negativo por haber mostrado una atención extra y adicional. Y a la vez forzara a los niños en una situación cuando ellos tienen que resolver la disputa por su cuenta propia.
2. Si el conflicto se desemboca en una agresión física, ambas partes deben enviarse a un “time out” (un tipo de aislamiento impuesto por los padres).
Por lo tanto, para que los padres apliquen eficazmente los métodos de crianza, deben asumir el papel de un defensor.
De modo, el padre o la madre protector/a típicamente ejerce muestra esas actitudes:
1. Controla sus propias respuestas
2. Sabe qué hacer y tiene capacidad para hacerlo
3. No tenga miedo de sus hijos
4. Se asegura de que los niños no les tengan miedo a sus padres